Nuestros tejidos andinos nacen a partir de los elementos que nos proporciona la naturaleza y la cultura andina. Esa combinación de color y arte plasmado en la tela; junto a manos y creatividad artesanal, forman un engranaje perfecto para enamorarnos de la creación del tejido andino.
Su proceso es largo, comienza con el corte y posterior hilado de la lana para luego formar la madeja, continuando con el lavado y secado. Una vez realizado esto, se pasa al teñido y fijación del color con tintes que proporciona la naturaleza. Para obtener el color amarillo ocre se usa la cascara de la cebolla y si a ésta, le añades alumbre, obtienes verde oscuro. También puedes obtener distintas tonalidades de amarillo con las distintas partes del romero, alfalfa, retama… y así con el resto de colores.
Una vez teñidos los hilos, se realiza la confección del tejido en telares de madera que van pasando de generación en generación, al igual que los diseños, transmitiendo una historia o leyenda; de una familia, una aldea, una región.
Desde la selección de la lana y los distintos matices de colores naturales, nuestros tejidos pasan por una serie de fases durante su creación hasta llegar a los talleres donde se confecciona. El corte preciso de la lana, el ritmo armonioso al momento de hilarlo, la combinación perfecta de los colores y el conocimiento de la cultura y arte andino; hacen de nuestros tejidos un producto único.